El agua es esencial para mantener las funciones de la piel. Ésta necesita un 10-13% de agua para mantener sus propiedades biomecánicas, de forma que por debajo del 10% se forman escamas finas en la superficie cutánea que pueden ser visibles y la piel puede tener entonces un tacto áspero y seco.
Los expertos coinciden en matizar que la expresión “piel seca” no acoge de forma precisa a
las distintas situaciones a las que habitualmente pretende hacer referencia, por lo que sería más adecuado utilizar el concepto “piel de aspecto seco”. Bajo la expresión “piel de aspecto seco”
se incluirían también todas las situaciones que influyen en el aspecto de la piel, independientemente de las condiciones fisiológicas de la misma.
La piel seca es un trastorno frecuente que tiene una base compleja. Este fenómeno en la mayoría de las ocasiones se debe a una combinación de diversos factores etiológicos como la
base genética, las causas metabólicas o los desencadenantes ambientales, por lo que no existe una definición clara para la sequedad cutánea. Entre las entidades cutáneas que pueden cursar con piel seca destacan las siguientes.
1. Xerosis invernal: El tiempo frío y la disminución de la humedad ambiental que se produce durante la temporada invernal se relacionan con una reducción de la hidratación cutánea. Se agrava con la presencia de aire cálido y seco como la calefacción.
2. Piel senil: afecta por lo menos al 75% de las personas mayores de 75 años y es la causa más frecuente de prurito sin lesiones cutáneas llamativas. Suele apreciarse en primer lugar en las extremidades inferiores y progresa posteriormente por el resto de
la superficie corporal.
3. Dermatitis atópica: es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que evoluciona por brotes. El 60% de los casos se presenta durante el primer año de vida. El síntoma fundamental es el prurito y presencia de piel seca.
4. ictiosis: A veces la piel extremadamente seca deriva de una enfermedad escamosa hereditaria, como la ictiosis vulgar o la ictiosis ligada al cromosoma X. El dato clínico
común es la observación de un proceso descamativo, generalizado o al menos extenso, presente desde el nacimiento o que se inicia en primeros meses de vida.
5. Dermatitis de las manos: Cuando se produce una exposición prolongada y repetida a los agentes irritantes, como detergentes o jabones, se presenta una dermatitis de contacto o eccema irritativo que se manifiesta con manos secas, resquebrajadas,
laceradas, inflamadas y dolorosas.
6. Dermatitis plantar: SE presenta especialmente en población juvenil y se manifiesta en forma de sequedad, escamas, lesiones, grietas, aumento del grosor de la piel y comezón en la planta de los pies.
7. dermatitis relacionada con estados carenciales: distintas situaciones que provocan desnutrición o malnutrición pueden conducir a un estado carencial de manera que se producen alteraciones especialmente de aquellos tejidos con elevada tasa de
renovación.
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